Si tienes una cuenta que no hayas utilizado desde hace algún tiempo, evita algunos inconvenientes. Te decimos qué sucede.
¿Tienes una cuenta bancaria que no usas desde hace algún tiempo? En unas ocasiones, esto puede pasar desapercibido, pero es una situación de la que te debes encargar para evitar grandes inconvenientes.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explica que una cuenta puede considerarse inactiva cuando en tres años no hay algún movimiento por depósitos o retiros.
Por otro lado, la Condusef indica que según el artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito, los bancos tienen la obligación de mandar a la Beneficencia Pública los recursos localizados en cuentas -tanto de cheques como de ahorro e inversiones- que no hayan reportado movimiento después de 6 años.
Ya que haya transcurrido el tiempo y si existe dinero dentro de tu cuenta, se generarían intereses mensuales sin comisiones, ya que el dinero es tuyo, aunque al pasar tres años, los recursos se convierten en Beneficencia Pública, señala el organismo.
Dar de baja la cuenta
¿No usas tarjetas de débito o crédito? Es necesario efectuar un trámite en la institución bancaria para que puedas dar de baja la cuenta y no exista ningún inconveniente como un cobro al utilizarla.
Para dar de baja la cuenta, te pedirán firmar un documento en el banco y validarás la operación, dejarás la cuenta en ceros. Los recursos dentro de la cuenta te serán devueltos y si tienes un interés, será necesario que hagas el pago correspondiente.
¿La cuenta sigue activa?
¿La cuenta continúa activa? Hay otros problemas a los que te podrías enfrentar, como por ejemplo, el robo de identidad, ya que los delincuentes podrían generarte cargos a tu nombre, además de usar tus datos para realizar operaciones ilegales.
Asimismo, los ciberdelincuentes han recurrido a una práctica conocida como spoofing, la cual consiste en el robo de identidad para hacer llamadas, mandar mensajes de voz y que los correos que son enviados parezcan legítimos.
Ante estas situaciones, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) dice que la suplantación de identidad es cuando alguien disfraza una dirección de correo electrónico, nombre de remitente, número de teléfono o URL de un sitio web.
En ese sentido, debemos ser precavidos, porque los criminales tienen la capacidad de que la comunicación falsa parezca real y suelen convencer a las víctimas para instalar un software malicioso, mandar dinero o emitir información personal.
¡Ten cuidado! No compartas información delicada (claves, contraseñas o NIP’s) por teléfono, porque se trata de una estafa y engaño, evita caer en esto.
FUENTE: Alto Nivel