Aunque el Poder Ejecutivo federal pedía en la iniciativa de Ley de Ingresos una tasa de retención de ISR de 1.48%, los legisladores modificaron a la baja el incremento a solo 0.50%.
La retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que aplican obligatoriamente las instituciones bancarias a todos los ahorradores en México ya no tendrá un aumento de 886% para 2024, como lo proponía la iniciativa de Ley de Ingresos enviada al Congreso por el Ejecutivo federal, pues la subida será solo de 233%, con lo que el próximo año la tasa de retención pasará de 0.15% a 0.5%.
La mayoría de legisladores de Morena en ambas Cámaras del Legislativo se animó a cambiar lo que pedía la Secretaría de Hacienda, y decidió que a los ahorradores mexicanos se les retuviera -por concepto de ISR- una tasa de 0.5%, en contraste con la tasa de 1.48% que proponía el Ejecutivo.
Así, tanto diputados como senadores aprobaron la Ley de Ingresos de la Federación para el próximo año, estableciéndose una “actualización” en la tasa de retención provisional del Impuesto Sobre la Renta inferior a lo que originalmente solicitaba Hacienda.
Con esto, si tú recibes intereses por tus ahorros, el banco te hará una retención provisional de ISR de 0.5%, lo que le sirve al gobierno para obtener recursos de manera adelantada a cuenta de lo que -se supone- deberás pagar en tu declaración anual.
Por ejemplo, si hoy un pagaré a plazo ofrece un 10% de rendimiento anual, y tú decidiste invertir 50,000 pesos, al año tendrías esa cantidad, más 5,000 pesos de intereses. Es a estos últimos a los que se aplica la tasa de retención, por lo que en 2024 se descontarán 25.00 pesos de ISR a los 5,000 pesos de intereses.
En cambio, en este 2023 -como la tasa de retención es inferior- el descuento en esa misma cantidad de intereses es de 7.50 pesos. Ergo, el aumento no es menor, aunque debemos reconocer que inicialmente se proponía, siguiendo el mismo ejemplo, que por 5,000 pesos de intereses se retuvieran 74.00 pesos, lo que no fue admitido por ambas Cámaras del Congreso.
Menos ahorro e inversión
Para darnos una idea un poco más cercana sobre lo que representa el incremento de 233% a la tasa de retención del ISR, solo debemos aplicar el guarismo al precio de algún producto de consumo cotidiano.
Por ejemplo, si hoy una caja de cereales de 620 gramos cuesta 80.00 pesos, con un aumento de 233% su precio sería de 266.40 pesos. De igual forma, si hoy pagamos 55.00 pesos por una botella de 950 ml de aceite para cocinar, con el incremento el precio se eleva a 183.15 pesos.
Lo mismo sucederá el próximo año, pero aplicado a los intereses de los ahorros, por lo que el incremento en la tasa de retención del ISR, si bien genera que el gobierno cuente con más recursos de manera adelantada, también desincentiva el ahorro e inhibe que lleguen más inversiones al sistema bancario y financiero mexicano.
Este incremento en la retención impositiva a los ahorradores de nuestro país, en algunos casos también puede implicar una doble tributación, pues los recursos que se ahorran provienen de ingresos a los que previamente ya se les descontaron diversos impuestos.
Al respecto, molestos por este incremento, y considerando que en la Ley de Ingresos el Congreso avaló que en 2024 nuestro país tuviera un endeudamiento de 1.9 billones de pesos, los senadores de la oposición anunciaron que impugnarán esta norma ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El próximo año, el gobierno federal prevé tener ingresos por 9.66 billones de pesos, cifra en la que ya se incluye la deuda mencionada. Con esto, el saldo de la deuda del sector público será de 17 billones de pesos para 2024, mientras que este pasivo era de 10.5 billones en 2018.
FUENTE: Alto Nivel