Por Dr César Rubio
La principal herramienta que tiene el empresario hoy en día, para prevenir problemas con el fisco, es la Auditoría interna, ya que esta es crucial para garantizar el cumplimiento normativo y la transparencia en las operaciones empresariales, en tiempo y forma, evitando multas, créditos fiscales y las consecuencias jurídicas y fiscales que estos implican.
A través de esta práctica, una empresa puede detectar con toda oportunidad, las observaciones que pudieran en un futuro ser materia de una revisión del SAT, que terminaría en un crédito fiscal, sin embargo, al practicarse previamente y por personal experto como si fueran auditores de la propia autoridad, permite corregir, planear, ser estrategos y soportar documentalmente todas las operaciones necesarias.
Las estrategias fiscales y las Auditorias internas, no son procesos diversos, ya que, dentro de las etapas de una auditoria, se encuentra la de planificación, por lo tanto, las estrategias fiscales, van de la mano del resultado de una Auditoría, no se puede planear sin conocer.
Entre las principales etapas de una auditoría fiscal se encuentran la planificación, la ejecución y el informe final. En definitiva, la auditoría fiscal no solo brinda a las empresas seguridad y confianza en sus prácticas fiscales, sino que también les permite identificar áreas de mejora y optimización en su gestión financiera. ¡Un elemento indispensable en el complejo mundo empresarial!
Un panorama de los pasos para llevar a cabo una auditoría fiscal de forma efectiva sería el siguiente:
1. Determinar el alcance: Antes de iniciar la auditoría, es fundamental establecer los objetivos, el periodo a auditar, los impuestos a revisar y los recursos necesarios para llevar a cabo el proceso.
2. Recopilar información: El siguiente paso consiste en recopilar toda la documentación fiscal relevante, como declaraciones de impuestos, libros contables, facturas, contratos, entre otros.
3. Análisis de la información: Una vez recopilada la información, se procede a analizar detalladamente cada documento para identificar posibles inconsistencias, errores o incumplimientos.
4. Evaluación de riesgos: Se debe evaluar los riesgos fiscales a los que se enfrenta la empresa, identificando posibles contingencias fiscales que puedan impactar en su situación financiera.
5. Elaboración de informes: Con base en el análisis realizado, se elaboran informes detallados que contengan las conclusiones obtenidas, las recomendaciones para corregir posibles irregularidades y las acciones a seguir.
6. Implementación de recomendaciones: Una vez finalizada la auditoría, es crucial implementar las recomendaciones propuestas para corregir posibles errores y garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales. En esta etapa también se implementan las estrategias fiscales, ideales para el modelo de negocio.
7. Seguimiento y monitoreo: Por último, se recomienda realizar un seguimiento continuo de las acciones implementadas y monitorear periódicamente el cumplimiento de las obligaciones fiscales para prevenir futuras irregularidades.
En resumen, realizar una auditoría fiscal de forma efectiva requiere de una planificación detallada, un análisis minucioso de la información, la identificación de riesgos fiscales y la implementación de medidas correctivas. Seguir estos pasos garantizará que la empresa cumpla con sus obligaciones tributarias y minimice los riesgos financieros asociados a posibles irregularidades fiscales.
No es una labor fácil, y no es para cualquiera, de las mejores inversiones que puede hacer un empresario, es un equipo multidisciplinario, particularmente, en la materia contable, fiscal, jurídica y económica, quienes, al reunir sus conocimientos con un mismo objetivo, realizar la auditoría interna, puede significar garantizar y proteger el futuro de tu empresa.
FUENTE: El Mexicano